Doscadesa Recetas
8/04/2020

Receta: torrijas con canela tradicionales

Esta es una Semana Santa rara. No suenan los tambores, las calles no huelen a incienso, no se ven capirotes coloridos…nos toca quedarnos en casa.

 

No obstante, nada nos impide que podamos disfrutar de uno de los sabores más típicos de estas fiestas: las torrijas. Este dulce tiene algo especial. No es lo jugosas que quedan por dentro, ni ese almíbar que van soltando con sabor a canela y limón, no es que sea imposible comerte sólo una…es que te recuerdan a la familia. En mi casa siempre las cocinábamos mi abuela, mi madre, mi hermano y yo (bueno, yo realmente iba fregando los cacharros porque la cocina nunca ha sido mi fuerte, pero estaba, y eso es lo que cuenta).

 

Estos días son muchas las familias que no se van a poder reunir debido al confinamiento, a la enfermedad o a la pérdida. A todos vosotros, que añoráis a los vuestros, va dedicada esta humilde receta que espero pueda endulzaros un poco la Semana Santa. No obstante, esta no es cualquier receta, es la receta de mi abuela masterizada por mi madre, o sea, un manjar de dioses.

 

 

Ingredientes para preparar torrijas:

 

  • 1 barra de pan de dos días
  • 400 g de azúcar
  • 2 ramas de canela
  • 25 g de canela en polvo
  • 2 huevos
  • La piel de un limón
  • 1 l leche entera
  • Aceite de oliva o girasol

 

Pasos para cocinar torrijas: 

 

1. En un cazo, poner a calentar la leche con dos cucharadas de azúcar, las ramas de canela y la piel del limón. Intentad que la piel del limón no lleve parte blanca de la cáscara (suele amargar). Una vez que ha roto a hervir, bajar a fuego medio y dejar que siga cociendo hasta que esté bien infusionado. Retiramos del fuego y dejamos que se atempere.

 

2. Se corta el pan el rebanadas gruesas de unos 3 cm de ancho y, a poder ser, de corte oblicuo (así las torrijas quedarán más grandes). Si no tenéis una barra de pan, lo podéis hacer también con pan de molde, eso sí, intentad que las rebanadas sean lo más gruesas posible.

 

3. En un plato grande mezclamos el resto del azúcar con la canela en polvo (podéis añadir más o menos dependiendo de cuánto os guste esta especia). Apartamos para más tarde.

 

4. Bañamos las rebanadas en la leche merengada. Hay que empapar el pan uniformemente, que se vea mojado, pero que no pierda la forma.

 

5. Batimos los huevos y bañamos en él las torrijas.

 

6. Calentamos abundante aceite en una sartén o cacerola y freímos el pan por ambos lados hasta que se doren. TRUCO de la ABUELA: Echar en el aceite tres o cuatro palillos o mondadientes. Esto hace que mientras se fríe el pan, el huevo no espume y no se ensucie el aceite.

 

IMPORTANTE. Los pasos 4, 5 y 6 se tienen que ir haciendo de forma acompasada y en tandas. No se aconseja mojar todas las rebanadas al mismo tiempo puesto que las últimas en freírse podrían quedar muy blandas.

 

7. En cuanto sacamos del aceite, pasamos las torrijas por la mezcla del azúcar y la canela. Repartimos bien para que quede totalmente cubierta, retiramos el exceso y las ponemos todas en un plato.

 

BONUS. Para mi abuelo, la reina de las torrijas era la TORRIJA DE VINO. La receta es la misma, solo que sustituiríamos la leche por el vino.

 

Una vez que estén emplatadas, el reto es que no desaparezcan en cinco minutos. A mí, personalmente, me encantan las torrijas hechas del día anterior: la parte de la miga está ya compactada y la parte de la corteza se ha quedado un poco más dura 😋

 

¿Vosotros sois de hacer torrijas? ¿Cocináis algún otro postres o comida típica? Si seguís esta receta no dudéis de escribir en los comentarios qué os ha parecido.

¡FELIZ SEMANA SANTA A TODOS!

 

Receta de Elisa Morales.

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